Rancho Santa Teresa

La Ciudad de México está impregnada de arquitectura neocolonial, una expresión arraigada en un fuerte sentimiento nacionalista. Los inmigrantes españoles llevaron consigo su influencia arquitectónica, que se plasmó en colonias como Polanco, Lindavista, Condesa y muchas otras. Aunque su origen se encuentra en España, la arquitectura neocolonial también cruzó fronteras y llegó a California antes de convertirse en un estilo reconocido en todo Estados Unidos. No obstante, persiste la idea errónea de que este estilo arquitectónico es de origen estadounidense en lugar de español, debido a la influencia de importantes áreas de Estados Unidos en la popularización del estilo, especialmente en el sur de California.

Siguiendo la estela de Beverly Hills, se creó un desarrollo en el municipio de Solidaridad, Quintana Roo, destinado a albergar las casas de descanso de personas retiradas. Se nos planteó el emocionante desafío de diseñar una casa de descanso para una familia estadounidense bajo el influjo del estilo arquitectónico neocolonial. Esta vivienda no solo debía reflejar este estilo en su fachada y acabados, sino también en su distribución y emplazamiento.

La residencia, concebida en una sola planta, se divide en cuatro secciones a través de un amplio lobby: la zona privada, la zona pública, la zona de servicio y el patio. La formalidad de la residencia establece una jerarquía que resalta los puntos de encuentro, creando un ambiente propicio para la convivencia y el desarrollo de momentos significativos.

Esta residencia en Quintana Roo, anclada en la tradición neocolonial, rinde homenaje a la herencia arquitectónica española, creando un vínculo entre México y la influencia que llegó a través del tiempo y las fronteras. Su diseño, tanto en su estructura como en sus detalles, es una expresión de la riqueza histórica y cultural que perdura en la arquitectura neocolonial.